DESEOS DE AÑO NUEVO

El profesor Gustavo Volmar,  en su acostumbrada columna Global y Variable nos obliga hoy, 2 de enero de 2019,  a  disfrutarla plenamente en Diario Libre con una seductora taza de café porque trae una serie de deseos que todos esperamos que se conviertan en realidad y por eso la compartimos.



"Hoy, en el primer día laborable del 2019, es apropiado expresar a los lectores de este diario nuestros mejores deseos para ellos, sus familiares y sus amigos. Siendo ésta una columna que trata temas económicos, entre esos deseos figura el de que éste sea un año próspero. Para los desempleados, que consigan un buen trabajo. Para los que ya tienen empleo, que sus remuneraciones aumenten. Y para los dueños de negocios y quienes laboran por cuenta propia, que sus ventas y contrataciones suban, y con ellas sus ingresos.
A nivel macro, deseamos que las exportaciones crezcan, lleguen más turistas e inversiones, los combustibles no suban de precio, el dólar no se escasee, no aumente la deuda pública, y no nos afecte un huracán u otro tipo de desastre.
Pero como la economía no lo es todo, es preciso incluir que sean superados los trastornos de salud, se conserven las buenas relaciones con los demás, el respeto mutuo y la armonía doméstica, y que las disputas sean resueltas con celeridad.
La inseguridad creada por la delincuencia y la intolerancia amenaza a todos los segmentos de la población, haciendo precaria la vida en calles y barrios de nuestras ciudades. De ahí que otro deseo deba ser que no sean víctimas de asaltos, atracos o actos de violencia. Y a eso se añaden los robos, sean por parte de desconocidos o, peor aún, por allegados y vinculados dispuestos a traicionar la confianza puesta en ellos.
También deseamos que nadie sea extorsionado por agentes y empleados para evitar una multa, recibir un servicio u obtener un contrato.
Ya que el caos del tránsito parece ser cada día mayor, hay que desear que no vayan a ser atropellados o sus vehículos chocados. Ni que tampoco sufran infartos en los taponamientos, se batan en duelo por un parqueo, o sufran estrés por llegar tarde a las escuelas y los trabajos.
Y, finalmente, que si alguno de esos deseos no se cumple, que tengamos la entereza y sabiduría para enfrentar la situación"

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