ACCIDENTES DE AVIACIÓN FATALES

Cuando un dominicano de clase media adquiere un vehículo y le ha firmado "muchísimos pagareses" a una financiera o a un "usurero traga espadas", se hace el propósito de cubrirlos religiosamente y lo primero que hace, antes que leer el manual de usuario,  es montar su mujer, los muchachos, su madre y su suegra en el auto para ir a Higüey o al Santo Cerro a "bendecirlo" y comprar una estampita adhesiva de la virgen, un rosario y un llavero para llevarlos en el carrito que le servirá de medio de sustento para su familia.

Este es un ejemplo clásico que forma parte de la cultura de los países "emergentes", aferrados a creencias religiosas y lo mismo ocurre en otros que están caminando sobre la cuerda floja que supone la salida del subdesarrollo, donde no se leen los manuales de usuario antes de poner en funcionamiento cualquier electrodoméstico, computadora personal, etc.  



Cuando una linea aérea de un país que está dentro del mentado tercermundismo adquiere aviones nuevos, les "entrega las llaves" a sus pilotos para que "salgan a probarlos" al igual que hacen  algunos talleres de mecánica barriales cuando reparan un vehículo, al cual, en algunos casos le suprimen accesorios, de seguridad principalmente, porque "no son necesarios".  

Si el avión "funciona", empiezan a vender boletos,  y la gente, confiando en la línea que los ofrece, a embarcarse en una peligrosa aventura que puede degenerar en un fatal accidente como ocurriera recientemente en Indonesia y Etiopía.

Si la empresa American Airlines hubiese puesto a funcionar sus aviones Boeing 737 Max sin un entrenamiento acertado y oportuno  a sus pilotos, probablemente hubiese corrido la misma suerte que las lineas que lanzaron a producción sus aviones sin haber notado que habían ciertas innovaciones tecnológicas que la tripulación debía conocer cabalmente, antes de iniciar la "fiesta del juguete nuevo" en manos de un niño malcriado.     





     

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