AGUA CONTAMINADA

El día 11 de febrero de 1990, el diario español El País publicó una impactante noticia de repercusión mundial, al dar cuenta de que la compañía francesa Perrier, productora de la afamada agua que lleva esa misma marca en su etiqueta, había dispuesto el retiro de todas sus botellas del mercado estadounidense, debido a que un laboratorio reportó haber encontrado benzol, un producto considerado cancerígeno, en algunas botellas. 

Imagínese usted la reacción de los millones de consumidores de ese producto ante una noticia de esa índole y la gran responsabilidad asumida por los envasadores del “preciado líquido” como dicen los comunicadores cursis que abundan en República Dominicana. 

Hace ya una semana o más, la Universidad Autónoma de Santo Domingo denunció que mediante pruebas hechas en sus laboratorios, se ha demostrado que la tercera parte de las botellas de agua de 16 onzas que se comercializa en trece provincias del país no es apta para el consumo humano. 

En medio de tanta alharaca política, en carnaval perpetuo,  ninguna autoridad oficial parece haberse interesado por el caso y.... “que siga el corso”, como el tango aquel, que canta Gardel.